martes, 28 de agosto de 2012

• Hablemos de HABEMUS. O lo que es lo mismo, «fumata negra»

      El trío formado por un libro, un café y un cigarrillo es de esos placeres a los que algunos no podemos renunciar.

      A esto hay que añadirle el entorno adecuado, y lo había encontrado a escasos metros de mi casa; un local con una terraza interior magnificamente dispuesta, donde incluso el ruído del tráfico parece haber hecho un pacto para no molestar a los clientes. Una terraza con estanque incluído y bastante vegetación, destacando unos cuantos olivos. Una terraza perfecta para disfrutar del libro y el café –de los cigarrillos mejor no decimos nada–. Un lugar tranquilo, por lo menos a las horas que yo frecuento. Un lugar donde alterna todo tipo de gente... parejas, familias, singles, grupos de amigos, buscadores de wifi... Un lugar donde encuentro la paz que necesito para desplegar en mi cabeza ideas que más tarde llevo a cabo; el relato corto de este blog, Agua Dulce, por ejemplo, salió de esta terraza.

     En toda la ciudad no había encontrado nunca un lugar como este, y lo fueron a instalar en mi barrio. Casi no se puede pedir más. Estoy hablando de un local llamado HABEMUS.

 
     Pero las cosas buenas, no sé el motivo, duran poco. Todo pintaba bien, hasta que llegó el día en que la terraza estaba cerrada. Lo primero que le viene a uno a la cabeza es el desánimo, con la correspondiente pregunta... ¿qué pasaría? Los rumores, que muchas veces se convierten en realidad, cuentan que por algunas denuncias por ruidos (?) el ayuntamiento decidió cerrarlo; se «supone» que habrá fundamentos suficientes para tal decisión, y no pensar que tal vez hay algo más de fondo en el asunto.

     No lo entiendo... no se trata de una discoteca o similar, donde prima la música con alto volumen; como ya comenté, es un lugar tranquilo creo que para todo el mundo... bueno, menos para alguien que mejor lo pasaría echando migas de pan a las palomas.

     El resumen es que dejaron al barrio sin su mejor local, aunque a mi me queda la esperanza de que lo vuelvan a abrir y por fin veamos de nuevo la «fumata blanca».

     A muchos de vosotros no le interesará esta historia, aunque alguno seguro que se encontró en una situación similar en algún momento. Por eso, desde aquí, mi «denuncia».

7 comentarios:

  1. Al menos nos queda el derecho al pataleo, y está bien que lo ejerzamos. Ojalá puedas volver a disfrutar de ese rincón algún día, y si no, seguro que encontrarás otro.

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    1. Pues habrá que patalear, aunque nos pongan una denuncia por el ruído del pataleo. Me gustaría que conocieseis el local para comprobar lo bien que está y daros cuenta que es una injusticia.

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  2. Sí Paco, los blogs sirven entre otras cosas para "patalear". No sé si servirá de mucho pero almenos te quedas un poquito más tranquilo.

    Petición de un lector del blog... Quitar lo de "verificación de palabra". LLevo tres intentos y aún no lo he conseguido escribir bien los caracteres! :P

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  3. Hola Paco todo muy interesante,yo lo conoci ese local de pasar dos veces junto a el,me imagino la morriña que sientes ya que te quedaba muy cómodo,,pido que mañana cuando bajes lleves otra sorpresa y ya este abierto.Un abrazo.

    Faus.

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  4. pues yo vivo justo encima y no te veas el ruido de la terraza, las risas, el murmullo constante, el olor a comida,... es muy fácil decir q como no es discoteca o no hay música... pero hay q vivirlo. el sonido y el ruido no pesan, ascienden y se amplifican en los patios. ojalá no lo vuelvan a abrir xq x fin duermo después de más de un año y sí lo hacen me voy a vivir a tu casa y tu a la mía a ver sí sigues pensando igual, vecino

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  5. perdona el tono del mensaje pero despues de más de un año sin poder pegar ojo x los ruidos hasta las tantas de la madrugada (contando algún q otro cumpleaños privado a puerta cerrada hasta el amanecer) me he vuelto algo huraño y desarrollé mal humor -y no te cuento de las dosis masivas de antidepresivos y ansiolíticos-. te repito q el ruido es absolutamente insoportable. te repito, perdón por el tono del menhsaje anterior

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  6. Hola, Manuel: si las cosas son como las cuentas, viviendo en el edificio, quedo sorprendido y desde luego no te voy a contradecir, pero si te diré que yo soy de frecuentan lugares tranquilos, y para mi este lo era. Supongo que será por los horarios en que yo iba. Lo que si supongo que estaremos de acuerdo es que la terraza estaba muy bonita. Saludos

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